viernes, 8 de enero de 2010

Para darme a conocer

Vivía en una botella. Todo lo que veía era amorfo, irregular y de color verde. Estaba cansado de que su realidad estuviera distorsionada, pero no podía cambiarlo.

Hasta que un día, la botella rodó y rodó hasta acabar cayendo. se rompió, se hizo mil pedazos, liberándole tras tanto tiempo prisionero. Pudo respirar el aire puro y fresco del mundo exterior y escuchar el canto de los pájaros con total claridad. Pero cuando llovía, la lluvia le mojaba. Cuando las temperaturas bajaban, pasaba frío. Cuando la ciudad se movía, el ruido ensordecía sus oídos. Y no tenía ningún sitio en el que resguardarse.

Descubrió que la gente no era tal y como imaginaba. Aunque sus caras ahora eran simétricas, sus colores eran muy apagados y el sonido de sus voces le entristecía. Se reían de él por haber vivido en una botella. Y aunque ahora estaba acompañado, se sentía más solo que nunca.


Así que buscó trabajo, se puso a trabajar, compró otra botella y se metió allí dentro para no salir nunca más. Y allí vivió una preciosa existencia verde.